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En el sureste de Madrid se encuentra un
pueblo que es una reliquia de un experimento de la Ilustración, otro
experimento más de los varios que jalonaron el S XVIII y que, acabó fracasando
como otros muchos, si bien ha llegado hasta nuestros días como un ejemplo de
aquel titánico esfuerzo de los gobernantes ilustrados por impedir que nuestro
país quedara retrasado con respecto a los otros países europeos; se trata de
Nuevo Baztán, producto del empeño del navarro Juan de Goyeneche en colaboración
con José Benito de Churriguera, destacadísimo arquitecto y escultor del
barroco.
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Vista del Palacio e iglesia de Nuevo Baztán |
Corrían los primeros años del S XVIII y la
Guerra de Sucesión asolaba España; Goyeneche, antiguo colaborador del último
rey de la casa de Austria y decidido partidario de la causa del Duque de Anjou
como pretendiente al trono español vacante, puso primero sus recursos
económicos al servicio de la causa que defendía y luego decidió ser él el motor
que hiciera aplicar las teorías económicas que, puestas en práctica años antes
por Colbert en Francia, habían significado el despegue económico de esta nación
y su posterior hegemonía política. De ahí surgió la idea de crear un pueblo
industrial que fuera el modelo para otros que se fueran poniendo en marcha y
que fueran dando a España la independencia comercial e industrial de la que
carecía en ese momento. Para poner en marcha este proyecto, Goyeneche contó con
la colaboración de José Benito de Churriguera, al que se debe el diseño
urbanístico y arquitectónico del conjunto, que se ubicó en terrenos del pueblo
entonces conocido como Olmeda de la Cebolla y hoy como Olmeda de las Fuentes.
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Curioso nombre que ostenta la Plaza del Mercado |
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Vista de la Plaza del Mercado con la Fábrica de Paños al fondo |
Se decidió hacer un conjunto mixto donde
se contara con una zona agrícola y ganadera y otra industrial, con la zona de
mercado y fiestas, el palacio y la iglesia en el centro. Hasta ese momento, las
ciudades habían crecido de forma anárquica sin ninguna ordenación y Nuevo
Baztán fue uno de los primeros ejemplos de urbanismo racional y planificado.
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Acceso a la Plaza de Fiestas |
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Vista de la Plaza de Fiestas |
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Acceso a la Plaza de Fiestas junto al Centro de Interpretación |
En poco tiempo se creó una fábrica de
paños que permitiría la fabricación de los mismos y podría suponer el final de
la dependencia de las importaciones. Le siguió la fábrica de
vidrio, que llegó a contar con una serie de especialistas de primera línea y
que llegó a ser de las principales de Europa, sería irónicamente su gran
calidad la que provocaría en parte su final; el resto de los fabricantes
europeos, vieron peligrar sus ventas debido a la gran calidad de los vidrios de
Nuevo Baztán y decidieron bajar sus precios, por lo que Goyeneche se vio obligado
a almacenar toda la producción a la espera de mejores circunstancias; unido a
esto hubo que trasladar la fábrica a Villanueva de Alcorcón porque se había
agotado la leña de Nuevo Baztán; sin embargo en la nueva localización, los
artesanos no pudieron conseguir la calidad que se había conseguido
anteriormente y la fábrica hubo de cerrar. Aquello fue el principio del fin para aquel sueño; las fábricas fueron cerrando en poco tiempo, la coyuntura económica del país tampoco ayudaba a ello y Nuevo Baztán fue quedando abandonado y olvidado poco a poco hasta que en el SXX no era más que un conjunto de casas ruinosas, en las que sobresalía el palacio, habitado por un okupa de altos vuelos que se instaló allí y lo habitó durante décadas hasta qu las deudas contraídas obligaron a desalojarle quedándose el Banco Español de Crédito con el edificio y cediéndolo a la Comunidad de Madrid, que acometió la rehabilitación de algunos de los lugares más destacados del pueblo: el palacio, la plaza de fiestas, la bodega, donde un pequeño museo y un centro de interpretación nos ilustra la historia de Nuevo Baztán de la mano de sus amables empleadas.
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Iglesia de San Francisco Javier en Nuevo Baztán |
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Vista de la cúpula de la iglesia |
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Retablo y altar mayor |
Tuve la suerte de visitar Nuevo Baztán un día que la visita era algo más extensa de lo habitual, ya que se iba a enseñar la iglesia y hacer un recorrido por el pueblo, cosa que, al parecer no siempre se hace; al menos la parte de la iglesia. El caso es que es algo muy recomendable porque la visita incluye la cripta, que resulta curiosa e interesante.
Aquí os dejo unas fotos del recorrido tanto por el pueblo como por la iglesia y su cripta. Y de nuevo, no dejéis de visitar esta pequeño trozo de historia, cualquier época del año es buena pero en verano en su Plaza de Fiestas suelen poner cine al aire libre y el segundo domingo de marzo celebran también la Javierada, así que hay dos buenas excusas para acercarse por allí.
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Vista genetral de la cripta |
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Cripta. Detalle |
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Rincón de la cripta |
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Fábrica de paños, a la espera de mejores tiempos |
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Plaza de la Cebada, en la zona agrícola |
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Goyeneche contemplando su obra |
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Iglesia y palacio de Nuevo Baztán |